jueves, 21 de enero de 2010

Meinem Stuhl und meine Raben †


Hoy me erguí del piso húmedo de la habitación de carolina. Salí por aquel balcón donde había escapado en las frías sombras de invierno, e inmediatamente denote las flores secas que pintaban las cucarachas muertas en el piso. Alce la mirada un poco mas. Estaban allí, la silla y las criaturas que de por vida me acompañaban. Por un tiempo deje que llovieran ideas, que se acercaran fieras amorosas y serpientes de papel, pero en los últimos días, el césped se crecía y cubría mi lugar. Esta mañana fue diferente. Me emocionaba saber que el desierto de alegría se acabaría. Lograría mirar al cielo nuevamente, sentir la sangre de los cuervos, sentir el olor a papel; y con ayuda de los pies , bajar y conectarme con el universo, escribiendo sobre el viento, soplando con fuerza las letras para que penetraran nuevamente en la tierra , mi piel.




Fotografía por: Carmen Gonzales



Volví para volver a escribir y sentir.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Pregunta numero 1 | I-CHING |

Hexagrama 5 | LA ESPERA |
Su La espera (o la nutrición)

Arriba: lo insondable: el agua
Abajo: lo creador: el cielo

juicio
Si eres sincero, poseerás la luz y el éxito
La perseverancia trae buena fortuna
Es propicio cruzar las grandes aguas

La espera no es una esperanza vana. Su certeza da la luz que conduce a alcanzar el fin, y esto a su vez a la perseverancia que acarrea la buena fortuna y confiere la fuerza para cruzar las grandes aguas. Estás frente al peligro y debes sobreponerte. Ni la debilidad y ni impaciencia pueden ayudarte. Sólo el hombre fuerte puede encarar su destino, porque su seguridad interior le permite resistir hasta el final. Esta fuerza se te revelará bajo la forma de una sinceridad inflexible hacia ti mismo. Sólo hasta que tienes el valor de encarar las cosas tal cual son, sin ilusiones ni desencantos, es que una luz surge de la realidad y te permite reconocer el camino de la realización. A este reconocimiento deberán corresponder acciones resueltas y perseverantes. Porque sólo el hombre que enfrenta su destino con resolución es capaz de tomar su devenir en mano: entonces podrá cruzar las grandes aguas, y será capaz de tomar las decisiones necesarias y sobreponerse al peligro.

Las nubes se hacen del cielo y esto es un signo de que va a llover. No hay nada que hacer entonces, salvo esperar que caiga la lluvia. Lo mismo en la vida, cuando el destino se está preparando. Todavía no aún no ha llegado la hora, por tanto uno no debe interferir ni forzar innecesariamente las cosas. Calladamente, hay que fortificar el cuerpo con comida y bebida y la mente con contento y buen ánimo. Es destino llega por sí mismo: entonces uno está listo.

linea inferior

Espera en el prado

Es propicio permanecer en lo que dura

Sin culpa.

El peligro aún no está cerca. Uno espera en la pradera. Las condiciones son simples, pero en el aire ya flota cierto sentimiento de premura. Uno debe continuar con la vida normal por el mayor tiempo posible. Sólo así se puede prevenir el gasto prematuro de fuerzas y permanecer libre de la culpa o el error que más tarde se convertiría en fuente de debilidad.

Segunda línea

Espera en la arena

Hay maledicencia

El fin trae buena fortuna

El peligro se aproxima. La arena está cerca del banco del río, símbolo este del peligro. Se gesta el desacuerdo. Nace un malestar general donde la gente se culpa mutuamente. El que permancezca en calma logrará llegar a su fin. Los chismosos terminarán por callarse si no se otorga el gusto de hacerles caso.

Tercera línea

La espera en el lodo

Trae la llegada del enemigo

El lodo no es un buen lugar para esperar: ya se siente la humedad de la corriente. En lugar de haber reunido la fuerza para cruzar el río de un golpe, uno ha hecho un intento prematuro que no ha lo ha llevado más allá del banco de lodo. Esta lamentable situación es una invitación para que el enemigo saque ventaja naturalmente. La precaución y el sentido de la seriedad de la situación son los únicos medios para salvarse del daño.

Cuarta línea

Espera en la sangre

Sal del hoyo

La situación es extremadamente peligrosa. Gravedad extrema, ahora de vida o muerte. El baño de sangre parece inminente. No hay marcha adelante ni atrás: nos han cortado la retirada, como al fondo de un hoyo. No hay más que resistir y dejar que el destino siga su curso. Esta compustura nos previene de agravar el problema con cualquier cosa que hagamos: es la única manera de salir de tan peligroso hoyo.

Quinta línea

Espera en la carne y la bebida

La perseverancia trae buena fortuna

Incluso en medio del peligro hay momentos de paz, donde las cosas van relativamente bien. Con la fuerza interior necesaria, hay que aprovechar esos intervalos para fortificarse en vista de un nuevo combate. Habrá que saber cómo disfrutar el momento si perder de vista el objetivo: la perseverancia es indispensable para la victoria. / Esto aplica también para la vida pública: no es posible alcanzarlo todo de golpe. [...] Aquí radica el secreto de todo el hexagrama, que se diferencia del 39Chin (obstrucción) en que aquí, mientras uno espera, está convencido de que nada en el devenir le robara la calma y la paz que procura el gozo interior.

Línea superior

Uno cae en el hoyo

Tres huéspedes llegan sin invitación

Hay que honorarlos: así la fortuna llegará al fin

La espera ha terminado: no hay manera de eludir el peligro. Uno cae en el hoyo y hay que resignarse a lo inevitable. Todo parece haber sido en vano. Sino embargo es precisamente en este estado de desamparo que las cosas toman un giro imprevisto. Sin intención alguna, se produce una intervención exterior cuyo significado uno no solamente no conoce, sino que se pregunta si busca la salvación o la destrucción. Hay que guardar la movilidad interior: la actitud justa no consiste en atrincherarse en uno mismo y oponer resistencia, sino en saludar con respeto este nuevo giro del destino. Así uno termina por salir del peligro y todo va bien. Hasta la felicidad se presentan al principio bajo una apariencia sospechosa.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Es hora de brillar


Desperté hoy 24 de diciembre abrumado de las sensaciones frívolas que sostuvieron anoche mi cuerpo. Con una sola imagen en mi cabeza, pensaba en el cielo y en el brillo que el desprende. Brillo, que más de uno aún no enciende.

Una imagen de un hombre enfermo. Un hombre enfermo de risas, de ambiciones, y de sueños. Héctor Cifuentes con su camisa blanca de rayas rojas gruesas y azules tan delgadas como sus propias venas. Un cuello alto como mantuvo siempre su frente. Un buzo cuello v , v de victoria. Con rombos y colores vivos, resaltando en la memoria de cada uno de nosotros sus dulces e inolvidables risas.

Me entristece y me llena de nostalgia saber una realidad, realidad que a pocos les importa. Marchar diariamente en un mundo desconociendo mi familia, sin tener la oportunidad de tocar sus manos, de tocar mi propia sangre. Familia que desconocida es y que solo la fotografió en mi mente, cuando un integrante se va. Hermanos, primos, tíos que deambulan en un cuento que no es el mío. En la calle, en cada uno de sus negocios, sin querer que sea parte de él.

Solo me queda desearles éxitos y brindarles una oportunidad, oportunidad de mirar al cielo y observar que ahí están. Muchas de ellas estuvieron con nosotros, y hoy le decimos adiós a una. Es hora de que Héctor Cifuentes como la estrella que es, suba al cielo, brille y nos acompañe siempre.


domingo, 20 de diciembre de 2009

Tiempo. | 69|


No he tenido tiempo para salir de la cárcel que me tiene encerrado. No he tenido tiempo para aspirar el polvo y toser las letras manchando hojas de papel. No tengo tiempo para culminar un proyecto, no tengo tiempo para el tiempo.


|69| Comienzo|



lunes, 23 de noviembre de 2009

Te borraré



Te borraré con una esponja de vinagre,
con un poco de asco.
Te borraré con una lágrima importante
o un gesto de descaro.

Te borraré leyendo metafísica,
con un telefonazo o los saludos
que doy a la ceniza;
con una tos o un cárdeno minuto.

Te borraré con el vino de los locos,
sacándome estos ojos;
con un varón metido aquí en mi tumba.

Te borraré con juegos inocentes,
con la vida o la muerte;
¡aunque me vuelva monja o me haga puta!



Gracias señorita C.O.L por los cuatro miserables párrafos , las catorce líneas y las 83 palabras.

PROCURO TAPARME.


Un viaje real.

Ayer solamente continuaba un orificio por donde podías penetrar y estropear mi alma. Un arcón confinado e inmovilizado por un naufrago que se esconde tras la sombra de mi corazón; sombra que has ido erigido a medida que me desdoblabas sobre un lecho de ofensas.

Ayer, junto con la fotografía que tanto evoco y defiendo , me pare frente a tu puerta dispuesto a tocar tres veces, con los gabanes por el piso, el pelo húmedo, recién galvanizado, estaba dispuesto… dispuesto a otorgar los ojos en la oscuridad y dejarme cegar por la niebla que se dispersaba por toda la alcoba . Al entrar, seguido de dos pasos precavidos, detallando el suelo y el cielo, observe que nos encontrábamos bajo las naves espaciales que nos fotografiarían de nuevo. Una fiesta de luces, donde el desnudo, lo grotesco y la pornografía eran los invitados especiales.

Ayer no aprobabas pensar, ayer yo callaba, poseía la posibilidad de ser una vez más el maniquí con que jugarías, el palo donde golpearían los balones, y el preso que se adueñaría de las esposas. Indefenso, sin ropa y sin el plumaje dorado que siempre llevo, me vi en la obligación de refugiarme en el calor del suelo al lado de las cucarachas, mis amigas.

Como un insecto me pisoteaste y humillaste, rompiendo la mayoría de las células tejidas sobre mi piel.

Te vi allí. Un personaje disfrazado , enmascarado , sin la personificación de la musa que me eleva todas las noches, y sin la idea de un demonio que llama a mi mente cuando transito las calles con el éxtasis sobre mi cabeza.

Cuando desperté esta mañana, era el niño ingenuo que siempre fui , con las botas de charol, mi traje de pana , mis tirantas, y el gorro . Gorro que me ponías todos los últimos domingos de cada mes , para satisfacer tus fetiches infantiles , para elevar tu cara hasta el cielo, mostrar tu rostro frente a las aves y cantar tu niñez frustrada.

Luego de días y semanas sobre un cuento, minutos de buscar un espejo, un reflejo que dialogue con la criatura que está dentro de mí, con ese insecto que se escabulle por mis ojos, encuentro el charco. El mar de los deseos, la fuente de sabiduría, el manantial de infecciones y dichas. Ahora, frente a él, puedo darme cuenta que no tengo boca.

Frente a los espejos, las cámaras, la televisión y sobre la cama, siempre procuro taparme la boca, aunque con una mano no alcance, la intención de mostrar otra realidad es opacada por la marca de la venta. Un signo pesos que quedara en mi rostro, nunca antes humillado.

He deambulado por una hora y caminado por dos. Siento la necesidad de buscar otro que le guste jugar, que rompa los cristales que quedan de mi cuerpo. Me seguiré tapando la boca, pero ahora, a excepción de ayer, le buscare gusto y satisfacción a lo banal, a la pornografía, a los desnudos, a los demonios y a esas estrellas incoloras que me hablan todas las noches.

Me he convertido en una criatura de desgracia, en un mito sobre este bosque, en el viento frio que sopla cuando estoy solo, y en truenos que caen del cielo cuando te busco. Siento los colores de la dicha, siento como el zumbido que en las mañanas llama a la puerta de mi mente, entra y desvanece cada letra, multiplicándola en colores, números, olores y sentimientos. Por lo menos hoy, espero encontrar la letra X, desvanecida en una escala de grises, llenándome de regocijo por verte ahí, aún debajo de un puente.


lunes, 16 de noviembre de 2009

Te llamare bruja

Te llamare bruja por ser como eres. Por ser como la niebla e irte. Por hechizarme. Por enamorarme. Porque la dificultad de besarte es tan grande como tu nariz. Porque la dificultad de encontrarte es tan grande como la velocidad que alcanzas recorriendo los pueblos y contando historias. Porque eres una heroína absurda. Absurda son tus palabras, absurdo es tu corazón, o bueno, lo que queda de él. Te llamare bruja porque te odio, te llamare bruja por hacerme feliz. Te llamare bruja por cantar en las noches, por estar conmigo en la fría tarde y en la caliente noche. Entre sabanas me acaloro con tu largo pelo, y te beso. Secos son tus labios, seco tu corazón, seca tu verruga. Querida bruja, te quiero.