lunes, 23 de noviembre de 2009

Te borraré



Te borraré con una esponja de vinagre,
con un poco de asco.
Te borraré con una lágrima importante
o un gesto de descaro.

Te borraré leyendo metafísica,
con un telefonazo o los saludos
que doy a la ceniza;
con una tos o un cárdeno minuto.

Te borraré con el vino de los locos,
sacándome estos ojos;
con un varón metido aquí en mi tumba.

Te borraré con juegos inocentes,
con la vida o la muerte;
¡aunque me vuelva monja o me haga puta!



Gracias señorita C.O.L por los cuatro miserables párrafos , las catorce líneas y las 83 palabras.

PROCURO TAPARME.


Un viaje real.

Ayer solamente continuaba un orificio por donde podías penetrar y estropear mi alma. Un arcón confinado e inmovilizado por un naufrago que se esconde tras la sombra de mi corazón; sombra que has ido erigido a medida que me desdoblabas sobre un lecho de ofensas.

Ayer, junto con la fotografía que tanto evoco y defiendo , me pare frente a tu puerta dispuesto a tocar tres veces, con los gabanes por el piso, el pelo húmedo, recién galvanizado, estaba dispuesto… dispuesto a otorgar los ojos en la oscuridad y dejarme cegar por la niebla que se dispersaba por toda la alcoba . Al entrar, seguido de dos pasos precavidos, detallando el suelo y el cielo, observe que nos encontrábamos bajo las naves espaciales que nos fotografiarían de nuevo. Una fiesta de luces, donde el desnudo, lo grotesco y la pornografía eran los invitados especiales.

Ayer no aprobabas pensar, ayer yo callaba, poseía la posibilidad de ser una vez más el maniquí con que jugarías, el palo donde golpearían los balones, y el preso que se adueñaría de las esposas. Indefenso, sin ropa y sin el plumaje dorado que siempre llevo, me vi en la obligación de refugiarme en el calor del suelo al lado de las cucarachas, mis amigas.

Como un insecto me pisoteaste y humillaste, rompiendo la mayoría de las células tejidas sobre mi piel.

Te vi allí. Un personaje disfrazado , enmascarado , sin la personificación de la musa que me eleva todas las noches, y sin la idea de un demonio que llama a mi mente cuando transito las calles con el éxtasis sobre mi cabeza.

Cuando desperté esta mañana, era el niño ingenuo que siempre fui , con las botas de charol, mi traje de pana , mis tirantas, y el gorro . Gorro que me ponías todos los últimos domingos de cada mes , para satisfacer tus fetiches infantiles , para elevar tu cara hasta el cielo, mostrar tu rostro frente a las aves y cantar tu niñez frustrada.

Luego de días y semanas sobre un cuento, minutos de buscar un espejo, un reflejo que dialogue con la criatura que está dentro de mí, con ese insecto que se escabulle por mis ojos, encuentro el charco. El mar de los deseos, la fuente de sabiduría, el manantial de infecciones y dichas. Ahora, frente a él, puedo darme cuenta que no tengo boca.

Frente a los espejos, las cámaras, la televisión y sobre la cama, siempre procuro taparme la boca, aunque con una mano no alcance, la intención de mostrar otra realidad es opacada por la marca de la venta. Un signo pesos que quedara en mi rostro, nunca antes humillado.

He deambulado por una hora y caminado por dos. Siento la necesidad de buscar otro que le guste jugar, que rompa los cristales que quedan de mi cuerpo. Me seguiré tapando la boca, pero ahora, a excepción de ayer, le buscare gusto y satisfacción a lo banal, a la pornografía, a los desnudos, a los demonios y a esas estrellas incoloras que me hablan todas las noches.

Me he convertido en una criatura de desgracia, en un mito sobre este bosque, en el viento frio que sopla cuando estoy solo, y en truenos que caen del cielo cuando te busco. Siento los colores de la dicha, siento como el zumbido que en las mañanas llama a la puerta de mi mente, entra y desvanece cada letra, multiplicándola en colores, números, olores y sentimientos. Por lo menos hoy, espero encontrar la letra X, desvanecida en una escala de grises, llenándome de regocijo por verte ahí, aún debajo de un puente.


lunes, 16 de noviembre de 2009

Te llamare bruja

Te llamare bruja por ser como eres. Por ser como la niebla e irte. Por hechizarme. Por enamorarme. Porque la dificultad de besarte es tan grande como tu nariz. Porque la dificultad de encontrarte es tan grande como la velocidad que alcanzas recorriendo los pueblos y contando historias. Porque eres una heroína absurda. Absurda son tus palabras, absurdo es tu corazón, o bueno, lo que queda de él. Te llamare bruja porque te odio, te llamare bruja por hacerme feliz. Te llamare bruja por cantar en las noches, por estar conmigo en la fría tarde y en la caliente noche. Entre sabanas me acaloro con tu largo pelo, y te beso. Secos son tus labios, seco tu corazón, seca tu verruga. Querida bruja, te quiero.

Strangers in the night

Strangers in the night exchanging glances
Wond'ring in the night
What were the chances we'd be sharing love
Before the night was through.

Something in your eyes was so inviting,
Something in you smile was so exciting,
Something in my heart,
Told me I must have you.

Strangers in the night, two lonely people
We were strangers in the night
Up to the moment
When we said our first hello.
Little did we know
Love was just a glance away,
A warm embracing dance away and
Ever since that night we've been together.
Lovers at first sight, in love forever.
It turned out so right,
For strangers in the night.


YOU AND ME . STRANGERS IN THE NIGHT . TODAY I BEgin.

Mar del Ámbar.


Hoy mientras secundia a mi cabeza para seguir buscando y seleccionando educadamente las flores de mi jardín, me doy cuenta que mi vida está completamente seca. La vasija donde yace el líquido de la victoria, el ámbar de mis sentimientos, esta con orin (el perro danés que guarda fidelidad a mí, y a mi familia). Me preguntaba si era fácil hablarle, pero sentí que las palabras sobraban, que el tiempo carecía de valor y que lo único que si lo tenía era él, y el ámbar; deseando que penetrara en mi piel como una pesada inyección.

Hace menos de un mes me deleité con el olor agradable que desprendía fácilmente de sus delicados colores y formas .Fluido del cual observe palabras transparentes y sinceras, que luego de beberlo poco a poco, con la pasión opacada por mis temores, sentí como me susurraba al oído : ”Te esperaré esta noche, con los ojos abiertos como aconseja Adriano. Esta noche también. Me cansa y me asusta despegar los ojos cada día pero hoy, otra vez la luz del día alumbró mis ojos. Si. Te esperaré. Seguiré temeroso de ti. No te enfrentaré otra vez. No valió la pena haberlo hecho antes. Desistiré de pedirte algo. Te seguiré. Silencioso. “


Caí de rodillas ante mi esposa (la flor amarilla que en invierno se para, camina y anuncia tres veces la llegada de la madrugada) diciéndole mis temores y por cuanto había odiado a mi reflejo en el mar. Desee ser mi hermano por un momento, y ser esa turbulencia salada que le proporcionaba fragilidad a cada uno de los corales y protección a la niebla oscura, mostrando su pequeño deseo, el de seguir deambulando por el mundo conociendo. Terminando mis palabras, y desprendiendo de mis ojos dos gotas de licor, fui cegado por el frio y liberado por ti. Ámbar de mil colores.

Ahora te llamo, una y otra vez, en las noches, en las tardes, y no llegas, no llegas…

Ahora desearía un soldado capaz de esconderse tras el manto húmedo que poseo, sacar su espada y combatir cuerpo-mente contra tal criatura que me atormenta. El miedo. Oigo tus dulces palabras todos los días, cuando vas a la playa y tiras piedras sobre mi cabeza, veo tus deseos en tus ojos, veo la victoria en tu escudo, deleito tus sentimientos y temores en tu mirada.

Te invito a que entres en todo mí ser, en un fluido que abarca gran porcentaje del mundo, que pruebes de mi cobertura, y que te dejes seducir por los cantos de la piel. Pido que convoques nuevamente la fe que me tenías, la capacidad de iluminar todo lo que tocas, que vueles por el espacio, que solo dejes de mirar, de pensar, y sientas. Siente el agua (mi piel) sobre tu piel, susurrando las miles de historias de las que he sido testigo.