martes, 29 de septiembre de 2009

La pesquisa que intranquilidad me daba y en el vacio me encerraba, culmino.
Encontré tus manos sin ayuda de la luz, y descubrí tus ojos sin ayuda de la luna; y solo con mi designio bizarro sobre la vida humana, tu sonrisa logre encontrar. Hoy me paro ante un cuadro sin pintura, ante un espejo sin reflejo, y ante tu cara, que carece de realidad.

Objetividad, fantasía y esmero son las palabras que agonizan en tu diccionario, al igual que la realidad y la orientación son los vocablos que carecen en tu vida. Ni rostro, ni cuerpo satisfacen al alma, transfigurandose en carne sumida en el desierto, con la posibilidad de que nadie te engulla; buscaste tu futuro, buscaste el tiempo, pero lo único que encontraste fue tu cuerno.

Siendo como un caballo, elegante y audaz, preferiste asumir el papel de cordero, que al fin y al cabo ni mi leche aceptaste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario