sábado, 24 de octubre de 2009

Necesito una cura

He vivido enfermo desde que no poseo la potestad para abrir las ventanas de mi cuarto, desde que me lamento por vivir encerrado en un mundo silencioso, donde las lagrimas carecen de valor , no dejan manchas, y no brindan un recorrido para encontrar la tumba donde yace el cuerpo que aun espero, que aun recuerdo, y que oigo cada una de las noches de esta semana llena de aventuras; de microorganismos que me gritan y me manchan las manos, microscopios que me sirven solamente para purificar el alma y minúsculas gotas de aguas residuales que me brindan la posibilidad de ver más allá de simples colores y formas , degustar el significado de viaje, de pasión y de silencio.

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